El poeta
peruano más grande de todos los tiempos, una figura capital de la poesía
hispanoamericana del siglo XX -al lado de Neruda y Huidobro- y una de las voces
más originales
de la lengua española.
Su
complejo mundo poético se distingue por un profundo arraigo al ámbito familiar;
las experiencias del dolor cotidiano y la muerte; la visión del mundo como un
lugar penitencial sin certeza de salvación; la solidaridad con los pobres y
desamparados del sistema capitalista; y la fe en la utopía revolucionaria
prometida a los hombres por el marxismo.
En
diversas etapas de su obra se notan los influjos del modernismo, la vanguardia,
el indigenismo, la poesía social y el impacto de acontecimientos históricos,
como la Guerra Civil española.Nació en Santiago de Chuco, en la zona andina
norte del Perú en el departamento de La Libertad en el año de 1892 en un día no
bien precisado: para algunos el 19 de mayo, para otros el 16 de marzo, en el
seno de una familia con raíces españolas e indígenas, fueron sus padres
Francisco de Paula Vallejo y doña María de los Santos Mendoza. Desde niño
conoció la miseria, pero también el calor del hogar, lejos del cual sentía una
incurable orfandad. Su educación empieza en su pueblo natal, en el colegio
Nacional de la ciudad de Huamachuco para, posteriormente, viajar a fines de
1917 a Trujillo, en donde estudia Filosofía y Letras en la Facultad de Letras
de la Universidad Nacional de Trujillo, ciudad donde recibió el estímulo de
"la bohemia" local formada por periodistas, escritores y políticos
rebeldes. Allí publicó sus primeros poemas antes de llegar a Lima a fines de
1917. En esta ciudad aparece su primer libro, Los heraldos negros (impreso en
1918, circula en 1919), uno de los más representativos ejemplos del
posmodernismo, tras las huellas de Leopoldo Lugones y Julio Herrera y Reissig.
En 1920
hace una visita a su pueblo natal, donde se ve envuelto en unos disturbios que
lo llevarán a la cárcel por unos tres meses; esta experiencia tendrá una
crítica y permanente influencia en su vida y obra, y se refleja de modo muy
directo en varios poemas de su siguiente libro, Trilce (1922). Se considera
esta obra como un momento fundamental en la renovación del lenguaje poético
hispanoamericano, pues en ella vemos a Vallejo apartándose de los modelos
tradicionales que hasta entonces había seguido, incorporando algunas novedades
de la vanguardia y realizando una angustiosa y desconcertante inmersión en los
abismos de la condición humana que nunca antes habían sido explorados.Al año
siguiente parte para París, donde permanecerá (con algunos viajes a la Unión
Soviética, España y otros países europeos) hasta el fin de sus días. Los años
parisinos fueron de extrema pobreza y de intenso sufrimiento físico y moral.
Participa con amigos como Huidobro, Gerardo Diego, Juan Larrea y Juan Gris en
actividades de sesgo vanguardista, pero pronto abjura de su propio Trilce y
hacia 1927 aparece firmemente comprometido con el marxismo y su activismo
intelectual y político. Escribe artículos para periódicos y revistas, piezas
teatrales, relatos y ensayos de intención propagandística, como Rusia en 1931.
Reflexiones al pie del Kremlin (1931). Inscrito en el Partido Comunista de
España (1931) y nombrado corresponsal, sigue de cerca las acciones de la Guerra
Civil y escribe su poema más político: España, aparta de mí este cáliz, que
aparece en 1939 impreso por soldados del ejército republicano. Toda la obra
poética escrita en París, y que Vallejo publicó parcamente en diversas
revistas, aparecería póstumamente en esa ciudad con el título Poemas humanos
(1939). En esta producción es visible su esfuerzo por superar el vacío y el
nihilismo de Trilce y por incorporar elementos históricos y de la realidad
concreta (peruana, europea, universal) con los que pretende manifestar una
apasionada fe en la lucha de los hombres por la justicia y la solidaridad
social.Se casó en 1929 con Georgette Philippart. Vallejo muere un viernes
santo, el 15 de abril de 1938
No hay comentarios:
Publicar un comentario