domingo, 1 de junio de 2014

POEMA PARA EL DÍA DE LA MADRE


ANIVESARIO DE CESAR VALLEJO



El poeta peruano más grande de todos los tiempos, una figura capital de la poesía hispanoamericana del siglo XX -al lado de Neruda y Huidobro- y una de las voces más originales de la lengua española.

Su complejo mundo poético se distingue por un profundo arraigo al ámbito familiar; las experiencias del dolor cotidiano y la muerte; la visión del mundo como un lugar penitencial sin certeza de salvación; la solidaridad con los pobres y desamparados del sistema capitalista; y la fe en la utopía revolucionaria prometida a los hombres por el marxismo.

En diversas etapas de su obra se notan los influjos del modernismo, la vanguardia, el indigenismo, la poesía social y el impacto de acontecimientos históricos, como la Guerra Civil española.Nació en Santiago de Chuco, en la zona andina norte del Perú en el departamento de La Libertad en el año de 1892 en un día no bien precisado: para algunos el 19 de mayo, para otros el 16 de marzo, en el seno de una familia con raíces españolas e indígenas, fueron sus padres Francisco de Paula Vallejo y doña María de los Santos Mendoza. Desde niño conoció la miseria, pero también el calor del hogar, lejos del cual sentía una incurable orfandad. Su educación empieza en su pueblo natal, en el colegio Nacional de la ciudad de Huamachuco para, posteriormente, viajar a fines de 1917 a Trujillo, en donde estudia Filosofía y Letras en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo, ciudad donde recibió el estímulo de "la bohemia" local formada por periodistas, escritores y políticos rebeldes. Allí publicó sus primeros poemas antes de llegar a Lima a fines de 1917. En esta ciudad aparece su primer libro, Los heraldos negros (impreso en 1918, circula en 1919), uno de los más representativos ejemplos del posmodernismo, tras las huellas de Leopoldo Lugones y Julio Herrera y Reissig.

En 1920 hace una visita a su pueblo natal, donde se ve envuelto en unos disturbios que lo llevarán a la cárcel por unos tres meses; esta experiencia tendrá una crítica y permanente influencia en su vida y obra, y se refleja de modo muy directo en varios poemas de su siguiente libro, Trilce (1922). Se considera esta obra como un momento fundamental en la renovación del lenguaje poético hispanoamericano, pues en ella vemos a Vallejo apartándose de los modelos tradicionales que hasta entonces había seguido, incorporando algunas novedades de la vanguardia y realizando una angustiosa y desconcertante inmersión en los abismos de la condición humana que nunca antes habían sido explorados.Al año siguiente parte para París, donde permanecerá (con algunos viajes a la Unión Soviética, España y otros países europeos) hasta el fin de sus días. Los años parisinos fueron de extrema pobreza y de intenso sufrimiento físico y moral. Participa con amigos como Huidobro, Gerardo Diego, Juan Larrea y Juan Gris en actividades de sesgo vanguardista, pero pronto abjura de su propio Trilce y hacia 1927 aparece firmemente comprometido con el marxismo y su activismo intelectual y político. Escribe artículos para periódicos y revistas, piezas teatrales, relatos y ensayos de intención propagandística, como Rusia en 1931. Reflexiones al pie del Kremlin (1931). Inscrito en el Partido Comunista de España (1931) y nombrado corresponsal, sigue de cerca las acciones de la Guerra Civil y escribe su poema más político: España, aparta de mí este cáliz, que aparece en 1939 impreso por soldados del ejército republicano. Toda la obra poética escrita en París, y que Vallejo publicó parcamente en diversas revistas, aparecería póstumamente en esa ciudad con el título Poemas humanos (1939). En esta producción es visible su esfuerzo por superar el vacío y el nihilismo de Trilce y por incorporar elementos históricos y de la realidad concreta (peruana, europea, universal) con los que pretende manifestar una apasionada fe en la lucha de los hombres por la justicia y la solidaridad social.Se casó en 1929 con Georgette Philippart. Vallejo muere un viernes santo, el 15 de abril de 1938

ANIVERSARIO DE TÚPAC AMARU II Y MICAELA BASTIDAS



José Gabriel Condorcanqui reclamaba ser descendiente de Túpac Amaru I, el último Inca de Vilcabamba, quien fuera ejecutado en la plaza del Cusco en 1572 por orden del Virrey Toledo.
José Gabriel Túpac Amaru nació en Tinta, el 19 de marzo de 1738. Era el segundo hijo de Miguel Condorcanqui y de Rosa Noguera. Al fallecer su hermano mayor, quedó como único y legítimo heredero del curacazgo de Surimana, Tungasuca y Pampamarca. Fue educado por los jesuitas en el colegio de curacas de San Francisco de Borja ubicado en el Cusco.

Tenía alrededor de 20 años cuando, en 1760 contrajo matrimonio con Micaela Bastidas Puyucahua. Era propietario de cocales en Carabaya, chacras en Tinta, vetas de minas y, sobre todo, dueño de 350 mulas, por lo cual era conocido peyorativamente como "el curacas arriero".
En 1776 presentó una petición formal para que los indios fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas. Ante la negativa de la Audiencia de Lima decidió tomar medidas más radicales. En 1780 encabezó la insurrección popular más grande en la historia del Virreinato. Si bien al comienzo el movimiento reconoció la autoridad española de la Corona, más adelante se convirtió en un movimiento independentista. El 18 de mayo de 1781, Túpac Amaru fue ejecutado en la plaza del Cusco junto con su esposa y consejera, Micaela Bastidas.
Los tributos excesivos, la mita y los abusos de los corregidores fueron las principales causas de una rebelión india que, en noviembre de 1780, estalló en el valle del Tinta. Durante ésta, el corregidor Arriaga fue apresado y ejecutado por orden del cacique José Gabriel Condorcanqui, hijo del cacique Miguel Condorcanqui y descendiente por línea materna de Túpac Amaru, el último soberano inca, de quien adoptó el nombre.
Túpac Amaru (Tungasuca, 1740-Cuzco, 1781) había sido educado en el colegio jesuita de San Francisco de Borja y se dedicó a la arriería hasta que acaudilló la gran rebelión india que, en seguida, se propagó por toda la sierra.
Aunque su objetivo inicial fue luchar contra los excesos y el mal gobierno de los españoles, no pudo evitar que la guerra se convirtiera en racial. Al frente de una nutrida hueste y después de vencer a un ejército de 1.200 españoles en Sangarará, Túpac Amaru no marchó sobre Cusco sino que regresó a su residencia de Tungasuca sin entrar en la ciudad; con ello intentó facilitar una negociación de paz, ya que su objetivo no era la guerra contra los españoles sino acabar con los excesos de los corregidores.
Cuando Túpac Amaru ll, fue derrotado en Checacupe, por el ejército español, él y su tropa retrocedieron hacia el sur. Haciendo un breve descanso en Langui. Allí fue traicionado por un mestizo de apellido Santa Cruz, siendo apresado junto con Micaela Bastidas y llevados al Cuzco para ser entregados ante los españoles. Luego de un interrogatorio caprichoso, el sanguinario Arreche lo condenó a morir descuartizado. Pero antes, tuvo que presenciar el sacrificio de toda su familia. La costumbre de entonces, era quemar vivo, descuartizar o ahorcar.
El heroico Túpac Amaru presenció todas aquellas sangrientas muertes y luego, se le cortó la lengua y fue descuartizado por cuatro caballos que jalaron de sus cuatro extremidades. Su muerte en vez de atemorizar a los peruanos hizo alimentar su odio contra el enemigo y fecundó el ideal de la libertad   de los demás próceres, mártires que le siguieron hasta la consecución de nuestra independencia.

ANIVERSARIO DE MARIA PARADO DE BELLIDO




María Parado de Bellido es una mujer proveniente de raza indígena, nacida en Huamanga en el año de 1761, y se casó muy joven con Mariano Bellido, con quien tuvo siete hijos: Gregoria, Andrea, Mariano, Tomás, María, Leandro y Bartola.
Al enterarse de que el general español Carratalá iba a atacar por sorpresa a Quiroz, María Parado, que era iletrada, hizo escribir una breve nota para alertar a Quiroz y la envió con un joven indio a su esposo que trabajaba en Paras. Lamentablemente la carta cayó en manos de los españoles, y aunque Quiroz llegó a recibir la noticia y pudo evitar el ataque, María Parado fue detenida por orden del militar español y sometida a un severo y violento interrogatorio, negándose ella a revelar quién había escrito la misiva.
Ordenado su fusilamiento, porque toda amenaza fue inútil, Carratalá le ofreció el indulto si denunciaba a sus cómplices pero fue también en vano; María Parado soportó hasta el último momento la violencia del cruel jefe español y se negó a pedir perdón a cambio de confesar lo que sabía.
El 11 de Mayo de 1822 fue fusilada en Huamanga la heroína ayacuchana María Parado de Bellido, quien escribió con su muerte consagrada a la libertad de nuestra patria, una de las más célebres páginas de nuestra historia.